De la porcelana china al váter español

                                           "La Fuente" o "El Urinario" de Marcel Duchamp (1917)

Ayer no daba crédito con la noticia que apareció en diversos medios de comunicación (pincha aquí), y que me hizo comprender que estos chinos son unos auténticos cracks. Los españoles devanándose los sesos para ver cómo se crea empleo y va la próxima potencia mundial económica y saca esta medida.

Pensando, pensando...si se nos hubiese ocurrido aquí, ¡sería la bomba!, porque puestos a contar el número de urinarios públicos que hay por todo el país (a Gibraltar no lo incluyo, ¡que se llenen de moscas por perturbar a nuestros marineros!) y el número de inspectores de moscas que necesitaríamos, ¡guau! Es que además tendríamos que especializarlos: aplicar la Ley de paridad, no sólo dos moscas al libre albedrío, una mosca macho y otra hembra; moscas autóctonas y pertenecientes a la Unión Europea (nada de moscas inmigrantes sin papeles); moscas comunes de moscas cojoneras (de estas últimas hay una gran proliferación), moscones de mosquitas muertas, etc, etc, etc.

Ahí estaba Duchamp con su 'Urinario', la obra más influyente del arte moderno (quedó en primer lugar en un encuesta realizada entre 500 expertos de arte para promocionar el Turner Prize, el más importante -y controvertido- premio de arte moderno en Inglaterra pincha aquí). Es que en esta vida hay que tener proyección de futuro.

Por cierto, sigo pintando mis cuadros con mi iPad ya que después de intentar arrancar el váter de su sitio para customizarlo a lo Duchamp he vuelto a estar castigado, esta vez sin juguetes.