Confieso, me siento como Mademoiselle Michel, o lo que es lo mismo, Renée la portera del número 7 de la calle Grenelle. Tengo que esconder continuamente mi condición de erudito.
Confieso, soy un perro (un dogo para más señas, de ahí mi nombre "DogOh") de cuatro años que convive con su dueña, una aspirante a Paris Hilton o una simple "pija" doméstica. Tuve constancia de su condición muy al principio cuando me hizo ponerme unas botitas UGGS para salir a la calle. ¡Uggs! fue lo que dije yo al verme con tales pintas.
Confieso, soy un esteta empedernido, un apolíneo confeso, y sé que no dejo a nadie indiferente.
Confieso, gusto de la lectura de todo lo que cae en mis patas, de la música, la pintura, el cine, la fotografía... y, tal y como os comentaba ayer, estoy empezando a hacer mis pinitos con el iPad, a lo David Hockney.
I confess..
Yo tambien tengo que confesarte algo: hasta ayer tenia miedo. Miedo que dependientemente de la situazion economica de tu duena te obligaran renunciar tu visita semanal en peluqueria, incluso la manicura. Pero desde entonces sé que no eres un perro de aguas o otra raza que nececita absolutamente un corte profesional para resplandecer en la calle; me queda solo la preocupacion por la la manicure.....
ResponderEliminary el bano: se no te deja banarte con tu champu preferido...explicale que prefieres ducharte cada dia con agua templada....
Creo que este dogo también tiene mucho de erizo.
ResponderEliminarEl problema es que su dueña intente volverlo del revés.
xD
besos
Tiempo de reflexion...!!!
ResponderEliminarMe hago el enfermo o salgo a la calle con ese traje rosa de encaje...mmm!!!
carmen feijoo